El reciente comunicado de los concejales de Somos Las Varillas revela una preocupante brecha entre las expectativas ciudadanas y la realidad de la gestión municipal. El llamado a activar la gestión es un reflejo del descontento generalizado por la falta de respuesta a problemáticas urgentes, como la epidemia de dengue que azota la región.

En primer lugar, para los concejales es alarmante la ausencia de un plan de acción preventivo por parte de la Secretaría de Salud frente al incremento récord de casos de dengue y sus consecuencias fatales. Cuestionan la falta de coordinación y convocatoria a la oposición para trabajar en soluciones conjuntas demuestra una falencia en la gestión que pone en riesgo la salud y seguridad de los ciudadanos.

La crítica de los ediles se extiende a otros ámbitos, como la gestión ambiental y el manejo de residuos. A pesar de los discursos sobre la importancia de estas áreas, la falta de implementación de planes concretos deja en evidencia una gestión deficiente y poco proactiva. La comparación con localidades vecinas, como Alicia, que han logrado avances significativos en este sentido, resalta aún más las carencias locales.

El comunicado también señala la preocupación por la falta de previsibilidad y mal manejo en planes de vivienda, evidenciando un descontento palpable entre los adherentes a estos programas. La falta de transparencia y eficacia en la gestión de estos proyectos afecta directamente a quienes buscan cumplir el sueño de la casa propia.

En este contexto, la llamada a trabajar en equipo y tomar iniciativas concretas no es solo una crítica, sino una demanda urgente. La falta de liderazgo y acción efectiva por parte de la gestión municipal pone en riesgo el futuro de la ciudad y la calidad de vida de sus habitantes. Es tiempo de pasar de las palabras a los hechos y demostrar un compromiso real con el bienestar de la comunidad.